Concierto de Arturo Hortas, Voyeur e Implosion
La Confirmación
Muy alto se está poniendo el listón. Tras el casi aforo completo del jueves (unos 300 asistentes) y la magnífica respuesta del día anterior, faltaba saber si el éxito fue algo coyuntural o una propuesta consolidada. Pero los cerca de 200 asistentes para ver a Arturo Hortas, Voyeur e Implosión en el Centro Cívico de la Almozara, confirman que nos encontramos ante lo segundo.
A diferencia de la jornada anterior, a la sala le costó mucho llenarse (el C.C de la Almozara no está tan bien situado como el de la Universidad), por lo que Arturo Hortas comenzó su actuación “en familia”, como el mismo dijo. Hortas es un joven cantautor clásico (más cerca de Sabina que de Nacho Vegas, por ejemplo) familiarizado con la música francesa, el jazz, el folklore o la trova cubana. Esa noche para presentar su disco "12 Recetas para Comerse la Cabeza" desplegó un formato de guitarra, bajo, viola y percusión. A pesar de las adversidades del escaso público, el artista luchó por ganárselo y partir de una interactiva versión de Javier Krahe (“La Hoguera”) el concierto comenzó a ganar enteros. Lástima que para entonces ya casi tuviera que finalizar su actuación. Habrá que verlo en mejores condiciones.
El Centro Cívico comenzó llenarse con el concierto de Voyeur. Un grupo de pop-rock elegante surgido de las cenizas Rimas y Leyendas y Días de Vino y Rosas, con una propuesta más cercana a un colectivo que de un grupo al uso, y una coartada descaradamente arty. Su intención hubiera sido acompañar sus temas con la proyección de unas imágenes en una pantalla, pero por problemas de espacio, tuvieron que recurrir a un pintor que dibujaba un lienzo durante el directo. La banda de siete miembros, con viola, flauta y percusión incluidos, demostró una gran solvencia sobre las tablas, y ofrecieron un espectáculo de menos a más, que terminó con una gran ovación del público. Su cantante, eufórico, decidió regalarles 2 temas más en los bises. Hay que reconocer que poseen varias canciones (por su pegada y accesibilidad) que si no suenan en las grandes emisoras, es porque algo falla en este país.
Aún faltaba la ración de rock and roll que nos tiene acostumbrados este ciclo, y esa noche vino a cargo de Implosion. Desde luego, nos dejaron más que satisfechos. Es una de esas bandas que su hábitat natural es el escenario, capaces de revolucionar toda la sala con su potente sonido. La formación tiene poco desperdicio, la base rítmica es aplastante y los guitarras son magníficos, tal vez la voz del cantante se quedaba un poco más atrás. Su repertorio, la mayor parte de su reciente Ep "Implode Me UP" (2007,) iba desde potentes piezas de rock al estilo de los mejores The Cult (“Hit the Ground”, mi favorita), a intensos medios tiempos (“Palabras Sin Miedo”). Y como no, también incluyeron versiones en su repertorio (espectacular “Eat the Rich” de Aerosmith) de sus artistas favoritos. Al igual que con Voyeur, al acabar la actuación el público les pidió una más, y ante la insistencia, volvieron a salir para despedirse por todo lo alto con "Tie Your Mother Down" de Queen.
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