Internet democratiza el fotoperiodismo
“Cualquiera puede hacer fotos con las nuevas tecnologías digitales que poseemos ahora. Sin embargo, se necesita calidad, ya que las buenas fotos son las que perduran. Las imágenes más interesantes siempre las han hecho los profesionales”. Así lo ha explicado el fotógrafo de Mágnum, Thomas Dworzak en el 8º Congreso de Periodismo Digital que se está celebrando en Huesca. Dworzak (que está exponiendo una obra suya de la guerra de Irak en Huesca) junto a los periodistas del New Yorker, Jon Lee Thomas, y Samantha Appleton, han ofrecido un coloquio y tertulia sobre el fotoperiodismo en la era de Internet.
Durante la jornada han explicado que las cámaras digitales ya han sustituido prácticamente a las antiguas analógicas, ya que la calidad de imagen es muy superior , y sobre todo porque se pueden mandar a cualquier sitio prácticamente al momento. Los ponentes han comentado que los nuevos formatos y tecnologías, como todo, han aportado cosas negativas y otras muy positivas. Creen que hemos ganado en rapidez, y ahora uno puede estar informado casi en el momento que sucede. Sin embargo, opinan que hemos perdido capacidad de reflexión, lo que ha llevado a premiar la velocidad ante la calidad. Todos los medios quieren ser los primeros en dar la noticia.
Como ejemplo de las ventajas, Thomas ha expuesto el caso de la Guerra de Afganistán, ya que ha sido la primera guerra de la era digital: “Gracias a estos adelantos se pudo mandar mucha información de manera casi instantánea a cualquier parte de mundo, sin tener una censura. Todo lo contrario de lo sucedido posteriormente a la Guerra de Estados Unidos contra Corea, en la que hubo una fuerte censura en los medios por las críticas que hubo de esa intervención”.
En cuanto al móvil, piensan que “es una revolucionaria herramienta para informar y muchos medios ya lo utilizan. Pero para grandes proyectos, no es útil y ni si quiera es una amenaza para los periodistas profesionales”. Los ponentes han reconocido que a pesar de poseer móviles de última generación, nunca se separan de su cámara digital para hacer fotos. Dworzak, incluso, no lo considera un trabajo, para él, el trabajo es editarlas y tener que mandarlas.
A pesar de que las nuevas tecnologías permiten retocar cualquier imagen con gran calidad, han defendido que “las fotos no deberían retocarse, deben reflejar exactamente la realidad, de lo contrario no seríamos unos buenos profesionales”. Han explicado que hoy en día los medios de información solo dejan retocar, si ese mismo retoque se puede hacer en un cuarto oscuro con los negativos. Y que por su puesto, la estructura del píxel no se puede nunca modificar. Se han lamentado de que existan fotógrafos que han modificado y exagerado imágenes, como la del hongo de la bomba atómica o, más recientemente, las imágenes del conflicto palestino-israelí, pero han pedido que se siga confiando en los profesionales, ya que la mayoría hacen correctamente su trabajo.
En cuanto a la polémica suscitada por las imágenes difundidas de Saddam Husseim, han respondido que sin duda ellos en caso de poder lograr una foto, no lo hubiesen dudado y la hubiesen realizado. “Nuestro trabajo es este –explica Dworzik- y no debemos entrar en la ética. El uso que se haga de ella en los distintos medios es independiente de nosotros”. Han advertido que con las cámaras digitales se ha ganado mucho control de la foto, pero también ha crecido la obligación de hacer un buen trabajo.
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